El briefing inicial consistía en actualizar la marca.
Después de un análisis global, nos dimos cuenta de que modernizar el logotipo y la imagen corporativa era insuficiente para dar un salto al futuro y conseguir una clara diferenciación.
Por eso, el reto fue mucho más ambicioso.
Dar un salto integral en la imagen. Tanto en la marca como en el punto de venta.
Y ello significaba un cambio integral.
Un antes y un después.
Punto de partida: Queremos ser optimistas. Cálidos. Próximos. Alegres. Humanos. Modernos. Queremos transmitir vitalidad. Por cierto, nos encanta que nuestro claim sea: Buena energía.
Y queremos hacerlo de forma global, total, no solo en un logotipo.
Por eso se rediseña una nueva imagen del negocio, desde la estructura arquitectónica hasta la página web y todos los materiales para aportar de una nueva idea.
Es decir, una renovación de 360°.
La idea final de la imagen de marca está integrada en el propio espacio, una característica singular y única de Gasopas que, además, nos transmite empatía, vitalidad y proximidad.
Porque se trata de una sonrisa.
Solo había que fijarse y darse cuenta de que estaba aquí. Ninguna marca puede afirmar que su espacio es una sonrisa.
Con este símbolo universal y de buena energía, completamos el icono con colores que transmiten optimismo, acción, feminidad, modernidad y carácter, como el magenta y el naranja que, juntos y en un pequeño degradado, nos hablan de acción y del principio de algo.
En definitiva, no hicimos un logo.
Hicimos un proyecto integral.
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